- ¿Sabías que hay una capilla hecha de sal? Queda en Polonia al interior de una mina, fue construida durante 67 años por los propios mineros, y todo lo que contiene está hecho de sal.
- En esa misma mina funciona a diez pisos bajo tierra un sanatorio para enfermos respiratorios.
- La sal era tan importante en la epoca del imperio romano que uno de sus caminos principales se llama "ruta de la sal".
- A los soldados del imperio romano se les pagaba con un puñado de sal, de ahí que al sueldo se le llame salario.
- Una persona consume al año casi un kilo y medio de sal.
- Solo el 4% de la sal que se extrae en el mundo es comestible. El resto se usa en fines industriales, empresas de aseo y desinfección, y para deshielar las calles y carreteras.
sábado, 18 de octubre de 2008
"Datos Curiosos"...
viernes, 17 de octubre de 2008
San Facebook
lo he escuchado mil veces y lo he dicho otras tantas, porque para que estamos con cosas si no es por Facebook no encuentro a la Ade, ni a las compañeras y amigas de hace unos años, ni a los familiares desperdigados por la red, ni ellos me encuentran a mi. Por otro lado, Facebook mantiene ocupado a Pablo y lo entretiene cuando llega mañoso. Y recien por ahi surge el primer problema, porque ademas de que te aparecn personas que no quieres ver, invitaciones a las que no quieres ir, y grupos a los que no quieres pertenecer, aparecen tambien de golpe y porrazo todos los pasados que nunca quisiste averiguar.
Ahi estan, hasta con foto, las amigas y ex amigas, los proyectos de pololas que no fueron, y quien sabe que más, vivitas y coleando con camara web incluida en la pantalla del computador, frente a tu marido completamente obsesionado y perdido en el chat, tratando de recuperar los años que ya se fueron, y registrando la casa en busca de evidencia de ese pasado: fotos, cartas, cualquier cosa sirve para decir que él no era el mismo antes de conocerte.
Y uno, tras once años de matrimonio, pierde importancia ante la novedad, y ya sabes que cuando dice: "mi amor en un ratito subo" ese ratito durara hasta la madrugada porque hasta la insinuacion más descarada de sexo salvaje, no es nada frente a los milagros que San Facebook le concede: su juventud y su niñez vuelven a ser presente.
Y como soy celosa, lo pueden atestiguar todos cuanto me conocen porque celo indiscriminadamentea pareja, hijos, padres, tias, y primos, amigos y conocidos, sufro pensando que once años atrás, su vida era un montón de gente entre los que yo no estaba incluída, y que hoy ese montón de gente vuleve como guerreros ciberneticos para arrastrarlo al mundo ideal de los mensajes mediados, donde todo tiene solución porque la pagina web lo aguanta todo.
Gracias San Facebook, por los amigos encontrados y por las noches de soledad.
lunes, 1 de septiembre de 2008
Ahora las ventajas de estos pasatiempos es que no requiren energia electrica, ni compañia, se pueden compartir, dan origen a buenas conversaciones, se mejora la rapidez mental, el lenguaje, y la habilidad matemática. Nos hacen más cultos, perseverantes y pacientes.
Las quejas apuntan todas en la misma dirección: ¿En Chile nadie hace este tipo de pasatiempos? ¿Tengo que aprender modismos y geografias españolas o argentinas para poder terminar los puzles, saber que diablos debe ir en las cruzadas y entender las pistas de los juegos de lógica (menos mal que la matemática es casi universal)?
Por favor si alguien sabe de este tipo de entretenimientos para bajar de internet, o que se publiquen en Chile, me avisa, gracias.
Atentamente
una aburrida en aprietos.
viernes, 11 de abril de 2008
De todo un poco.
lunes, 31 de marzo de 2008
¿Bipolar?
Ante mi estupor frente a la novedad de un término tan técnico como trastorno afectivo bipolar el médico parsimoniosamente procedió a explicarme:
_ Se llama trastorno bipolar o trastorno afectivo bipolar a un trastorno depresivo de larga evolución, en el que los episodios depresivos se ven interferidos por la aparición de otros episodios caracterizados por un estado de ánimo elevado (euforia excesiva), expansivo (hiperactividad anómala) o irritable. Las fases de exaltación, alegría desenfrenada o irritabilidad y grosería, alternan con otros episodios en que la persona está con depresiones intensas, con bajo estado de ánimo, incapacidad para disfrutar, falta de energía, ideas negativas y, en casos graves, ideas de suicidio.
¿Entendieron algo? Yo tampoco. Por tanto busque, rebusque, leí y releí todo lo que caía en mis manos sobre el tema. En efecto el trastorno bipolar o maníaco depresivo es una alteración anímica que alterna momentos de “Cordura” con depresiones severas, euforia o alegría excesiva, y mal humor. No se trata de una enfermedad sicológica pura pues tiene una base orgánica: la falta de serotonina y dopamina o la incapacidad de procesar bien la serotonina y dopamina que viene a ser un estabilizador del ánimo natural. Es hereditario, ¡ojo! Miren a su alrededor buscando un culpable y ¡Más ojo aun! Chequeen a sus hijos.
Características de las fases de la enfermedad.
- Episodios depresivos, con características parecidas a un episodio depresivo mayor. Las fases depresivas cursan con:
Sentimientos de desesperanza y pesimismo.
Estado de ánimo triste, ansioso o "vacío" en forma persistente.
Sentimientos de culpa, inutilidad y desamparo.
Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que antes se disfrutaban, incluyendo la actividad sexual.
Disminución de energía, fatiga, agotamiento, sensación de estar "en cámara lenta."
Dificultad para concentrarse, recordar y tomar decisiones.
Insomnio, despertarse más temprano o dormir más de la cuenta.
Pérdida de peso, apetito o ambos, o por el contrario comer más de la cuenta y aumento de peso.
Pensamientos de muerte o suicidio; intentos de suicidio.
Inquietud, irritabilidad.
Síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento médico, como dolores de cabeza, trastornos digestivos y otros dolores crónicos.
- Episodios de normalidad o eutimia (de unas palabras griegas que significan: humor normal, o ánimo normal).
- Episodios maníacos, con los síntomas que se exponen a continuación. Un episodio maníaco cursa con algunos de los siguientes síntomas (más de tres):
Autoestima exagerada, o sensaciones de grandeza.
Disminución de la necesidad de dormir.
Ganas de hablar, mucho más de lo que es necesario.
Sensación de pensamiento acelerado.
Gran distractibilidad, pasando de una a otra cosa con facilidad.
Aumento de la actividad (en el trabajo, en los estudios, en la sexualidad...)
Conductas alocadas, implicándose la persona en actividades más o menos placenteras, pero que suponen alto riesgo (compras excesivas, indiscreciones sexuales, inversiones económicas...)
Euforia anormal o excesiva.
Irritabilidad inusual.
Ideas de grandeza.
Aumento del deseo sexual.
Energía excesivamente incrementada.
Falta de juicio.
Comportarse en forma inapropiada en situaciones sociales.
La persona puede estar hostil y/o amenazar a los demás.
Olvido de las consideraciones éticas.
Un episodio maníaco causa una gran incapacidad en las actividades habituales de la persona que lo padece. Normalmente la persona está exaltada y “fuera de razón”, y no sigue las normas adecuadas en sus conductas laborales, sociales o de estudios. Puede tener consecuencias desagradables:
Empobrecimiento del juicio.
Hiperactividad improductiva.
Hospitalización involuntaria.
Problemas legales y/o económicos.
Conductas antiéticas (por ejemplo: disponer de dinero no propio, o apropiarse de hallazgos de otras personas).
Cambios inadecuados en cuanto a apariencia (indumentaria llamativa, maquillajes extraños, intentos de aumentar un aspecto más sugerente en lo sexual, etc.)
Actividades que demuestran actitudes desorganizadas o raras (repartir dinero, dar consejos a desconocidos con quienes se cruzan, etc.)
4. Episodio “hipomaniaco”
Se llama episodio “hipomaniaco” (literalmente, “menos que maníaco”) si lo que hay es un episodio como el anterior, pero sin llegar a provocar un deterioro laboral o social.
Son episodios en que aparecen, al mismo tiempo, alteraciones propias de la fase depresiva y alteraciones propias de la fase maníaca. Es decir: al mismo tiempo depresión y exaltación, hiperactividad, insomnio, ideas negativas. Especialmente complejos son los episodios mixtos que cursan don ideación depresiva, pues existe una mayor posibilidad de que el paciente pase a la acción y realice tentativas de especial letalidad, buscando incluso la espectacularidad en su autoeliminación. Las características más comunes en los episodios mixtos son (al menos tres):
Alternancia rápida de distintos estados de ánimo (depresión, euforia, irritabilidad)
Predominio de la disforia (mal genio)
Agitación.
Insomnio.
Alteración del apetito.
Ideación suicida.
Síntomas psicóticos (delirios, alucinaciones).
¿Y qué se hace con estos “locos”?
Lo mejor que puede hacer es tratarlos con paciencia y cariño, no son locos, sólo viven de un modo diferente, además por lo general tienen talentos fuera de lo común en las artes y las ciencias porque aprecian la vida con mayor detalle, son apasionados, viven a concho, son leales y se la juegan hasta la última consecuencia por sus amigos, seres queridos, y por los ideales en los que creen. Aunque se desilusionan con la misma rapidez y pasión, y sufrirán como nadie ante el fracaso o la perdida.
Los familiares y amigos de estos pacientes deben tener en cuenta que:
Es un trastorno orgánico (no psicológico) que depende de alteraciones biológicas del cerebro.
Es un trastorno crónico. La persona que haya tenido un episodio de manía o de hipomanía, aunque haya sido solamente uno, debe tener precauciones toda su vida para que no se repitan estos episodios.
Requiere tratamiento biológico con medicamentos que regulan el funcionamiento de los neurotransmisores cerebrales. El tratamiento debe ser crónico, a temporadas muy largas, o de por vida en aquellos casos con tendencia a las recaídas constantes.
El paciente y sus familiares deben ser educados acerca de las características de la enfermedad, de su tratamiento, de la importancia de seguir las pautas para cada caso, de las limitaciones que impone la enfermedad, distintas en según qué fase.
A continuación un artículo que extraje de la página web del trastorno bipolar, (www.Bipolar Web.com) es excelente que lo lea el paciente y su familia porque familiares y amigos pueden hacer de la vida de un bipolar un infierno o algo placentero.
Depresión: El papel de la familia y de amigos.
Adaptado de la clínica de Mayo
La depresión afecta no sólo a quiénes la padecen, sino también a quienes les importa el bienestar de ellos: familia, amigos y compañeros de trabajo. Si una persona a la que usted le importa está deprimida, entonces una de las cosas más importantes que usted puede hacer para sí mismo y para esa persona es aprender todo usted pueda sobre la depresión y su tratamiento. Si la persona que está deprimida es un familiar, un esposo, un compañero, un niño o un amigo, el estar bien informado ayudará a su deseo y a su habilidad para ayudarle, aliviará alguno de sus miedos e incertidumbres, y le dará estrategias para hacerle frente a la depresión.
Sobrellevar junto a otra persona un episodio de la depresión puede ser una experiencia muy difícil. Requiere paciencia y valor por ambas partes. Aquí están algunas cosas que usted puede hacer para ayudar para suavizar el camino para ambos.
Estar ahí
Si usted nunca experimentó un episodio depresivo por usted mismo, entonces es imposible saber en qué grado de desvaloración, desamparo y desesperación una persona puede sentirse cuando está sumida en ella. Pero incluso si usted no sabe como siente una persona deprimida, usted puede ofrecerle empatía y compasión a alguien que está deprimido. Simplemente el estar ahí para esa persona puede diferenciar el curso de su enfermedad.
Para poder ayudar, usted debe entender que la depresión es una enfermedad seria que requiere la atención profesional. La depresión no es el resultado de un defecto del carácter. No es vagancia o flojera. No es un simple caso de “días bajos”. Y las personas que la padecen no están engañando a nadie. No pueden hacer nada por evitarla tal como un individuo con diabetes o artritis no puede pueden evitar tener estas enfermedades.
Cómo ser un apoyo
Una vez que usted entienda que la depresión no es algo que la persona a quién usted quiere tiene control sobre ella, puede ser más fácil que usted ofrezca la ayuda y el cuidado. Aquí están algunas maneras que usted puede ayudar:
- Exprese su preocupación. Reconozca el dolor de la persona con depresión sin que esto implique que usted sabe cómo él o ella se sienten. Escuche si él o ella desea hablar, pero no trate de forzarle a exteriorizar lo que siente. No haga preguntas que supongan una intrusión en la situación de la otra persona.. El permanecer aislado y poco comunicativo es a menudo parte de la enfermedad. No se lo tome como algo personal. Pregúntele cómo usted puede ayudar. Su persona querida puede no tener sugerencias específicas de las cosas que usted puede hacer, pero él o ella sabrá que usted está deseando ser su apoyo. Ofrézcale esperanza. Recuérdele que la depresión es tratable y que él o ella conseguirá probablemente estar mejor . Si su persona querida está bajo tratamiento, recuérdele suavemente que lleva un tiempo para que éste haga efecto.
- Dele refuerzo positivo. La gente deprimida se siente a menudo sin valor, y hacen mucho hincapié en sus fallos, fracasos y defectos. Recuérdele sus cualidades y capacidades y cuánto él o ella significa a usted.
- Mantenga su sentido del humor. Usted probablemente sentirá frustrado e incluso enojado ocasionalmente. Eso está bien, pero trate de no desahogarse delante de la persona que está deprimida y no centré su cólera en él o ella. Utilice el sentido del humor cuando sea posible para diluir la tensión y aligerar la atmósfera, pero no haga bromas a costa de su ser querido deprimido. Fomente la vida saludable y las actividades sanas. Invítele para actividades o visitar a amigos mutuos o familiares. Pero no le empuje y no espere muchos resultados demasiado pronto. También recuérdele suavemente a individuo la importancia del ejercicio y de una dieta sana.
Ocuparse de la resistencia a aceptar la depresión
Convencer a alguien que está deprimido que él o ella tenga una enfermedad y necesita ayuda profesional requiere a veces esfuerzo. En vez de preguntar, "estás deprimido?" o decir, "pienso que estás deprimido," explique suavemente porqué está usted preocupado. Sin ser crítico, describa los cambios que usted ha visto en su o su comportamiento y en su humor. Entonces pregunte si se está pasando algo en su vida y porqué él o ella parece estar con el ánimo muy bajo.
Puede que tenga que hacer varias tentativas antes de que usted pueda convencer a su ser querido para que busque ayuda, pero continúe intentándolo. Ofrézcase para acompañarle en la cita con el médico. Esto demostrará no sólo su apoyo sino también le permite compartir sus observaciones con el doctor, que podría ayudar en el diagnóstico. Otra opción es llamar o citarse usted satisfacer con al doctor por adelantado y expresar sus preocupaciones.
Durante el tratamiento usted puede tener que ayudar con la toma de la medicación poniéndole notas para recordarle la toma de sus medicinas o, en algunos casos de la depresión severa, administrando realmente las dosis como prescrito para cerciorarse de la medicación se está tomando correctamente. Si usted ve muestras de la mejora.,- y usted podría ser el primer en notarlo-, comparta sus observaciones para ofrecer el estímulo y esperanza. Si usted no ve muestras de la mejoría después de que el tratamiento haya tenido tiempo para funcionar, sugiérale pida otra cita con su o su doctor o terapeuta, o, quizás, buscar una segunda opinión.
Llevar la carga
Mucha gente puede estar preocupada por un individuo deprimido, pero para las una o dos personas que son los que realmente le atienden, la depresión puede cobrar un peaje incluso más grande. El cuidar a alguien deprimido puede ser uno de los desafíos más que nunca afrontará. La gente deprimida presiona que puede aislarse mucho, ser desagradable y no querer comunicarse. Él o Ella puede concebir sus actuaciones y preocupaciones como una interferencia o como insustancial.
Los esposos y las personas amadas de una persona deprimida no sólo tiene que hacer frente a las responsabilidades del cuidado de la persona deprimida, sino también asumen el control a menudo de tareas que la persona deprimida no puede manejar durante el tiempo que dure el episodio. Por ejemplo, si uno de los esposos toma generalmente las decisiones en materias financieras, el otro puede tener que asumir el control hasta que él o ella mejore.
¿Es demasiada la tensión?
Mientras que cuida su ser querido, usted puede sentirse como si su vida se haya puesto en compás de espera. Sin embargo, es importante que usted también se cuide a sí mismo. La asociación de Alzheimer ofrece estas 10 síntomas de estrés. Aunque están dirigidos a la gente que cuida alguien con enfermedad de Alzheimer son igualmente apropiados para los individuos que cuidaban a una persona deprimida.
- Negación. Usted no puede aceptar la enfermedad y sus efectos sobre la persona deprimida que usted quiere, sobre usted mismo y a su familia.
- Cólera. Usted se encuentra enfadado con la enfermedad de la persona que está enferma, con otros que no entienden por lo que usted está pasando, con el doctor por no arreglar el problema o simplemente con en el mundo en general.
- Aislamiento social. Usted ha cortado las actividades sociales que una vez le dieron satisfacciones y se ha aislado de sus amigos.
- Ansiedad. Usted se preocupa excesivamente de qué sucederá día por día y en el futuro.
- Depresión. La tensión de cuidar a su persona querida le pone a uno en el riesgo de tener una depresión.
- Agotamiento. Usted se siente demasiado cansado para hacer frente a otro día más.
- Insomnio. En la noche usted da vueltas a la cabeza y se preocupa, incapaz dormir debido a los pensamientos molestos e innumerables que no cesan de pasar por su cabeza.
- Irritabilidad. Usted se enfada con otros o siente que se va a subir por las paredes.
- Falta concentración. Usted tiene dificultad en mantener la atención en lo que está haciendo y en realizar tareas diarias.
- Problemas de salud. La tensión comienza a hacer daño, físicamente y mentalmente.
Los cuidados a uno mismo
Cómo usted maneja la situación y se cuida a sí mismo durante este período difícil pueden diferenciar del todo su propia salud y su capacidad de hacer frente a su la depresión de la persona que quiere. Atender sus propias necesidades no significa en absoluto que usted sea egoísta.
La manera como usted cuida de sí mismo incidirá en la forma como usted pueda cuidar a la persona deprimida cercana.
Los siguientes pasos siguientes pueden ayudarle a manejar y a rebajar su tensión:
Solicite ayuda. Usted no puede hacerlo solo. Cuando sea posible solicítela de la familia y de amigos para asumir el control algunas de sus responsabilidades. Si la gente ofrece a la ayuda, entonces no vacile en aceptar.
Si no le ofrecen ayuda, entonces pídales que ayuden en tareas específicas. Acepte sus sensaciones. Acepte sus propias emociones. Indudablemente se frustrará ocasionalmente, y no será capaz siempre de ocultar sus emociones. Es correcto decirle a la persona deprimida que usted está cuidando que está frustrado.
¿Qué hacer?
Cada persona es un mundo y yo estoy exponiendo aquí lo que me ha servido a mi y creo que puede ayudar a otros. Por mi experiencia personal puedo decir lo siguiente:
Para ayudar a una persona que padece trastorno bipolar, al igual que cualquier otra que sufre, lo primero que se necesita es que las personas que le quieren le manifiesten su cariño. Se puede llegar a sentir una soledad tan profunda que recibir afecto y atención supone salir un poco del agujero negro en que nos encontramos a veces durante las fase de depresión. Calor humano, caricias, tomarle la mano y hacerle saber que lo quieres y te importa.. un abrazo; todas las manifestaciones de amor son una medicina maravillosa para cualquiera y para nosotros en especial cuando estamos pasando una crisis. Pienso que se trata de “tender puentes de comunicación” para que al soledad que sentimos cuando estamos mal se mitigue.
Sentirnos comprendidos es algo importantísimo. Es muy difícil al principio que nuestros familiares y amigos íntimos lo hagan. Las familias cuando irrumpe por primera vez el trastorno bipolar se enfrenta a algo nuevo y desconcertante que altera el ritmo habitual y muchas veces provoca dolor y desesperación a quienes nos rodean, por ello, es imprescindible comprender la naturaleza de esta dolencia:
En primer lugar todos tienen que saber que nadie tiene la culpa de que uno se enferme. Al principio parece mentira que un esta enfermedad tenga un origen físico, en concreto son los neurotransmisores del cerebro que funcionan de manera distinta a lo de los demás. Es cierto que la bipolaridad tiene un componente genético, pero también influye para que se manifiesta el ambiente, el estrés, el abuso de drogas y alcohol, entre otros factores. No sirve de nada responsabilizar al enfermo de lo que le pasa y menos aún a sus ascendentes.
En segundo lugar: LA INFORMACIÓN SOBRE LA NATURALEZA DE LA ENFERMEDAD. La mayor arma con la que contamos todos los que estamos relacionados con la enfermedad es LA INFORMACIÓN. Mientras más sepamos, mejor sabremos sobrellevarla. Sabemos que es una enfermedad crónica (para toda la vida), pero que con un buen tratamiento farmacológico, una régimen de sueño regula, ejercicio, una rutina de vida adecuada y un quehacer diario satisfactorio puede estabilizar nuestras vidas y hacernos llevar una existencia normal. Hay muchísimas personas en todo el mundo que trabajan, tienen familias y son tan felices como cualquier otra.
En tercer lugar: Póngase en el lugar del bipolar. Resulta muy duro cuando a raíz de una crisis, en ocasiones se pierden muchas cosas, a veces trabajos, amigos e ilusiones; no por ello hay que perder las esperanzas. Una vez obtenido el diagnóstico, las familias tienen que procurar respetar los ritmos del enfermo. No hay nada que me haya irritado más que el hecho de que me dijeran “¡Ánimo, pon de tu parte!” o “¿Es cuestión de fuerza de voluntad!”. Por favor, comprended que en esos momentos simplemente no se puede hacer más de lo que se hace. Yo tuve una crisis en que no era capaz ni de levantarme de la cama y si algún día conseguía ducharme era un triunfo. Así que en esas fases, respetad profundamente a la persona y si hace algún pequeño progreso felicitadle por él. Es bueno proponerle pequeñas metas diarias, como por ejemplo caminar diez minutos e ir alargándolo.
El sueño es vital para nosotros, es nuestro mayor indicador. Es imprescindible que lo regulemos y nos intentemos acostar a la misma hora y nos levantemos a la misma hora, eso hará que el resto del día se vaya regulando. Los horarios de comer también son convenientes respetarlos. La alimentación es muy importante, más de lo que nos imaginamos, de momento sólo decir que tiene que ser variada y rica en verduras y fruta. Se trata de crear una estructura en nuestra vida que nos vaya dando seguridad.
Es de gran ayuda que los primeros días, hasta que se produzca una recuperación se mantenga un control sobre las medicinas para que éstas sean tomadas correctamente y a la hora designada. A veces, al principio nos podemos hacer un lío porque estamos confusos y nos cuesta todo mucho por eso una ayudita en este sentido tiene mucho beneficio. También conviene estar al tanto de las citas con los médicos y en mi opinión es de gran ayuda que las personas que están más cercanas acudan al psiquiatra para preguntar todas las dudas que le surjan y se sientan implicadas en el proceso de mejoría.
Los Estados de manía son vertiginosos, esta fase puede resultar devastadora para nosotros y también para la familia. Aquí se pierde el control, nos metemos en un mundo en el que nos creemos todopoderosos y pasamos de un tema a otro sin descanso. Es una tendencia muy habitual la malgastar dinero; por ello es conveniente vigilar que las tarjetas de crédito están a buen recaudo. Yo, cuando he estado en fase de manía me da por llamar a todos mis amigos que están fuera del país y mis cuentas telefónicas se hace astronómicas. El sueño se descontrola y las horas de comer casi siempre también. En cuanto notéis señales de manía: hablar demasiado rápido, estar eufórico, haced lo imposible para pedir urgentemente una cita con el psiquiatra: ES ESENCIAL TOMAR LAS MEDICINAS ADECUADAS PARA ESTA FASE. Algunas veces no queda otro remedio que internar al paciente, pero esto no es el fin del mundo. Generalmente en una semana se ha controlado la fase de manía y se sale bien. Pero por supuesto, evidentemente es mejor atajarla a tiempo, porque cada crisis supone un gran desgaste para el bipolar y para su familia, además de mucho, mucho sufrimiento.
jueves, 27 de marzo de 2008
¿Y quién no?

Somos una familia disfuncional y provenimos de familias disfuncionales, pero hoy en día ¿quién viene de una familia con padres, madres, abuelos, tíos y hermanos todos correctos y perfectos, sin tacha ni pecado? La disfuncionalidad es en realidad la mejor forma de ser normal, porque para dicha o desgracia, nacmos, crecemos y morimos siendo completamente diferentes unos de otros y es en eso precisamente en lo que radica la gracia de esta vida. En la foto esta Pablo, mi marido, mi hija mayor Victoria o Pity, mi hija menor Claudita y el más pequeño Joaquin. Con el iempo los iran conociendo.
Escribo porque me nace escribir, sobretodo ahora que los vuelcos de mi animo, constantes desde la niñez, tienen un nombre pomposo y complicado: "Trastorno bipolar" "sindrome maniaco depresivo" "enfermedad mental" y ya que estos nombres con los que se conoce lo que me ha ocurrido siempre, salieron a la luz y me enrevesaron la vida tenia que hacer algo de provecho con ellos.
¿Quién no es un poquito loco?¿Quién no se olvida de apagar una luz, o entra en una habitación sin saber que busca? ¿Quién no pierde las llaves o el control remoto? ¿Quién no llora cuando está triste?
Entonces a los que estamos aqui, al otro lado de la cordura, no nos miren como a bichos raros, somos seres pensantes, racionales a veces, emocionales y mucho, faltos de cariño pero sobre todo faltos de un trato digno, no nos tienen que gritar y repetir las instrucciones: las entendemos a la primera o antes de que las den, no nos tienen que hablar más lento ni más fuerte no somos sordos, no nos tienen que tener miedo no somos más malos que el resto, no tienen que buscar temas simples sabemos mucho sobre una amplia gama de temas que ustedes no alcanzarian a abarcar, y en los malos momentos NO NOS DEJEN SOLOS necesitamos sentirnos amados y necesitados como cualquier mortal en una epoca de crisis, y por favor (¿Mamá estas por ahí?) no nos digan "ya va a pasar, date animo, pon de tu parte" porque no funciona así.
"Seguimos aquí" es un intento por gritarle al mundo que seguimos siendo parte de el. Pretende dar una opinión bastante peculiar de las cosas desde mi ser bipolar, y comentar no solo sobre el trastorno y sus consecuencias, sino sobre el acontecer diario, la cultura, la literatura, mi familia. Los invito a acompañarme y a participar de este espacio. Con cariño Momito.